Los refranes son frases muy sencillas, incluso pasan desapercibidos, los nombramos sin hacer mucho alarde de lo que estamos citando. Pero si nos detenemos a analizar su contenido podremos caer en cuenta del valioso y afortunado mensaje que transmiten.
Humildemente los refranes se prestan para que cualquiera los use, ni siquiera hay que hacer mención del autor, entre otras cosas, porque la mayoría no se les atribuyen a alguien en particular, nacieron de individuos que no eran de renombre, simplemente, gustaban y se empezaban a repetir hasta que se hacían populares.
Sus orígenes humildes no han sido impedimento para que se empleen en documentos relevantes, tales como informes, discursos, tesis de formación de estudios superiores, expositores de negocios, etc. Son aceptados por receptores de cualquier nivel, y quien se percata de su valor, más bien agradece el aporte que generan en el contexto que se utilizan.
Por lo tanto, la próxima vez que escuches alguno, toma conciencia sobre su significado y saca el mayor provecho de ellos. Si conoces unos cuantos, compártelos. Pero también puedes ampliar el repertorio entrando a la web www.refranesysusignificado.com en donde están recabados un gran número de estos ejemplares y además se acompañan de una breve pero oportuna explicación.
Refranes con sus significados
Para ejemplificar lo acá expuesto, veamos algunos de estos proverbios que encierran un valioso mensaje, sacados, por cierto, de la web antes mencionada:
- “Llorar a puerta cerrada, porque el vecino no entienda nada”: lo que nos ocurre, especialmente nuestros problemas no tienen que ser divulgados. El que no tenga nada que ver, no tiene porqué enterarse y entre menos personas sepan mejor. Hay que ser lo más reservados posibles con nuestras vidas.
- “Gota a gota el mar se agota”: a veces creemos que si ocurre algo insignificante no pasa mayor cosa, pero si no es una, sino muchas cosas problemáticas, terminan por ocasionar un gran inconveniente, por ende, no hay que abusar.
- “Tanto nadar para morir en la orilla”: este refrán está dedicado a las personas que empiezan un proyecto muy animosas, le aplican un gran esfuerzo, sin embargo, llega un momento en el cual se desaniman y abandonan el trabajo, y posiblemente faltaba poco para llegar a la meta. En fin, el consejo es ser perseverante y no desmayar, mucho menos cuando ya se ha aportado mucho.
Si te gustaron, entra al sitio señalado e investiga los que gusten.