Noticias financieras: consejos útiles para mejorar las finanzas personales

Existe una infinidad de medios dedicados a las noticias financieras, como este, por ejemplo. Sin embargo, las noticias financieras no siempre tratan sobre un tema clave: las finanzas personales.

Aquí, con el objetivo de exponer una serie de consejos dentro de la organización de las finanzas personales, vamos presentar un compendio de tips para optimizar nuestra metodología a la hora de mejorar la economía personal.

Balance inicial

El punto de partida siempre es preguntarnos concienzudamente en qué estado se encuentran nuestras finanzas personales, como sucede con el momento de abordar cualquier tipo de análisis. Así, debemos hacer un balance de nuestra situación económica.

Este balance contemplará cuáles son nuestros activos, incluyendo ahorros y cualquier tipo de bien material, como dinero en efectivo, acciones, propiedades, etc.

 

 

Y al mismo tiempo que consideraremos nuestros activos, tendremos en cuenta los pasivos, como cualquier tipo de deuda y pagos por realizar.

Una vez que obtuvimos esa fotografía, debemos proyectarla como si se tratara de una película, es decir, agregar el factor tiempo y realizar una proyección.

Tenemos que evaluar los riesgos a los que estamos expuestos, como por ejemplo quedarnos en paro, la rotura y sustitución del vehículo o la necesidad del cambio de herramientas de trabajo, etc. Analizar las eventualidades (casuística) a que nuestra economía personal está expuesta.

Establecimiento de objetivos personales

Para establecer objetivos económicos, tendremos en cuenta el corto, el mediano y el largo plazo. ¿Cuáles son nuestros objetivos? Pueden ser infinitos, y entre ellos, pueden estar algunos de estos:

 

  • Ahorrar para realizar una inversión.
  • Eliminar deudas de nuestro balance actual.
  • Ajustar nuestra economía doméstica para tomar unas vacaciones.
  • Preparar los estudios y educación de nuestros hijos, etc.

 

Los objetivos a fijar son una cuestión personal, pero deben ser coherentes, es decir, realizables desde el punto de partida actual. Tenemos que ser realistas y tomar en consideración los riesgos y el sacrificio demandado.

Muchas veces, establecer objetivos financieros lleva aparejada una serie de riesgos inherentes al camino a seguir para conseguirlos, entre los cuales debemos analizar la posibilidad de que se trunque nuestro flujo de ingreso, con lo cual, hay que pensar, de entrada, en un plan b y hasta en uno c.

Por su parte, el riesgo es un parámetro que se puede minimizar, pero nunca se lo eliminará del todo. El riesgo es un factor aleatorio, difícil de medir y que, justamente por eso, demanda mucha atención.

¿Cómo salir de las deudas?

En todo plan y especulación financiera, el exceso de deuda es un lastre que va a impedir que podamos fijarnos unos objetivos claros y concisos e incluso que se vea reducida nuestra capacidad de decisión financiera.

Por esta razón, cancelar nuestras deudas personales debe ser uno de los primeros objetivos. Y para este proceso podemos usar alguno de los siguientes métodos:

  • La estrategia “bola de nieve” consiste en eliminar primero la deuda que nos suponga un cargo mensual más pequeño.
  • La estrategia “tsunami” ordena las deudas según la tensión psicológica que nos produzcan de más a menos.
  • La estrategia de “los tipos de interés más altos primero” ordena las deudas según el tipo de interés y elimina primero las que pagan una mayor tasa de interés.

En cualquier caso, decidiremos nosotros qué estrategia nos conviene más de acuerdo con los activos disponibles, con el flujo de ingresos y con, al fin y al cabo, nuestras preferencias personales.

Cómo controlar las finanzas personales

Un punto clave puestos a organizar nuestra economía es el abanico de medios con que contamos para satisfacer nuestros objetivos.

Estos medios se pueden organizar en dos grandes grupos: por un lado, los medios financieros de activos y de pasivos y, por el otro lado, medios de ingresos y de gastos. Cada uno de estos medios se califica del siguiente modo:

  • Medios de inversión, como suma de todos los medios que están destinados a proporcionarnos una rentabilidad en el tiempo mediante la asunción de riesgos. Dentro de estos medios tenemos todos los productos financieros o no, que reportan un beneficio futuro.
  • Medios de financiación, entre los que se incluyen los productos que nos consiguen la liquidez presente para alcanzar una meta determinada, a cambio de pagarlos en el futuro. Los préstamos y créditos son los principales instrumentos con los que contamos dentro de este bloque.
  • Medios de ingreso, son todas aquellas fuentes que nos reportan un flujo de dinero sin tener que haber hecho previamente una inversión. En este bloque se destaca principalmente nuestro trabajo actual y todas aquellas actividades que seamos capaces de realizar que nos generen ingresos.
  • Medios de gasto, son todos aquellos procesos periódicos que nos obligan a hacer un desembolso de dinero. Nunca debemos pasar por alto que gastar es imprescindible y que para conseguir nuestros objetivos finales, debemos seguir realizando una vida que requiere un flujo continuo de gasto.

(Fuente BBVA).

Todos estos medios están a nuestra disposición. Es importante, al respecto, tener en claro cuáles son los medios y cuáles son los fines, y no confundirlos.

Cómo monitorear las finanzas personales

Supongamos, por ejemplo, que queremos adquirir una propiedad, pero contamos con deudas de menor cuantía. Si tenemos solvencia, la estrategia de saldar primero las deudas y recurrir luego a un préstamo puede ser muy útil. De hecho, probablemente sería la planificación financiera más acertada.

Ahora bien, cuando hacemos nuestra planificación financiera, solemos cometer dos errores divergentes, pero interrelacionados.

Por un lado, obsesionarnos con la situación financiera, de modo que recibimos estrés o neurosis de control, y esto no conduce a ningún lado.

Por el otro lado, inercia en el proceso de seguimiento pormenorizado de nuestra planificación financiera.

 

Ambos casos son extremos y, como suele suceder, la virtud está en el justo medio. Es decir, nuestra situación financiera demanda un control regular, un seguimiento permanente en el tiempo de nuestros objetivos y unos mecanismos que puedan corregir las variaciones en la planificación financiera que hayamos previsto en el punto de partida.

Ahora supongamos que una fuente de inversión es un plan de pensiones para destinar ese dinero a nuestra jubilación. ¿Qué sucede? Pues, simple: periódicamente tenemos que controlar que la rentabilidad de ese plan de pensiones evolucione favorablemente, que la fiscalidad que tiene ese producto no haya cambiado y que no pierda valor patrimonial en el tiempo. Lo mismo sucede, por supuesto, si invertimos en acciones, por ejemplo.

Por último, si nuestra situación financiera es relativamente compleja, debemos recurrir a un método sistemático de control, apoyados por alguna de las múltiples herramientas que existen en el mercado para ello.

Estas herramientas de control pueden ir desde una tradicional libreta de anotaciones en papel con columnas de debe y haber, una hoja de cálculo o cualquier software que cubra realmente nuestras necesidades de información y control financiero.

Adicional: mantenerse informado con noticias financieras

Cualquier economía doméstica es pasible de ser planificada. Para ello, debemos tener en cuenta todo lo mencionado y, al mismo tiempo, darle rienda suelta a nuestra creatividad.

En adición, no podemos descuidar las fuentes informativas sobre cuestiones de macro y microeconomía que, de una u otra forma, nos van a condicionar más allá de cuán sólido sea nuestro plan (y por eso lo mencionamos al principio de esta nota).